La restauración de una casa que tiene más de 150 años de antigüedad es una tarea que requiere ingenio, y una serie de habilidades para crear y decorar espacios donde ahora sólo se ven ruinas. La combinación de lo rústico y lo moderno le ha dado un toque increíble y precioso a la Casa Omagoieaskoa, en Gernika.
Fotografías originales de Aitor Estévez Olaizola
Los muros exteriores de esta impresionante casa vasca han quedado intactos, lo que permite preservar el encanto histórico de la edificación, y crear un contraste entre el interior y el exterior fascinante.
El encargado de la restauración es el estudio de arquitectura BAT de Bilbao, que se aseguró de que las paredes de piedra del interior se utilizaran de forma inteligente en combinación con elementos modernos.
Al elegir una paleta de color blanca y de tonos neutros, la belleza de la textura de la piedra se realza. Junto a los arcos y las vigas de madera desgastada, y los enormes ventanales que se abren hueco entre los muros de piedra, forman un conjunto refrescante y alegre.

Uno de los mejores secretos ha sido conservar el mayor número de elementos originales de la casa. Se han restaurado las vigas y los arcos de piedra, manteniéndolos intactos. La madera de los techos y las vigas, y la piedra de las paredes es la original, la que se utilizó en la primera construcción.

Los pequeños balcones estilo Julieta, la bonita iluminación y la decoración ecléctica le dan unos toques finales que se siente ...