Siempre que nos llega un trabajo de restauración evaluamos la pieza en profundidad, sus materiales, las transformaciones provocadas por el paso del tiempo, la degradación y las intervenciones de conservación que haya podido sufrir.
Hace poco tuvimos en nuestro taller un marco de espejo de estilo isabelino (probablemente de la segunda mitad del siglo XIX) bastante deteriorado y hoy queremos compartir con todos aquellos curiosos un pequeño resumen de su restauración.

 

 
Como podréis apreciar, la pieza llegó muy deteriorada. Presentaba muchos levantamientos y roturas y todas las superficies doradas estaban bastante sucias, con zonas muy ennegrecidas.
 

 
Tras realizar un estudio fotográfico, nos ponemos manos a la obra y comenzamos con la limpieza del marco y la desinsección, ya que el soporte de madera estaba atacado por xilófagos.  

 
Sin duda el gran reto fue la cantidad de moldes que tuvimos que hacer para reproducir las piezas que faltaban “leyendo” los datos que nos daba el propio marco.
 

 
Posteriormente se protegió la obra con una primera capa de barniz para proceder a la reintegración final con  pan de oro fino.

 

 
Y este fue el resultado final…
 

 

 
Como habréis podido ver, la restauración además de ser un trabajo 100% artesanal, requiere un estudio y documentación previa antes de intervenir cualquier pieza; algo así como un diagnóstico médico antes...