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¡Y tan famoso! En el duelo imaginario réplica (Frosta de Ikea) contra original (Modelo 60 de Alvar Aalto), gana el primero del tirón.  Y es que el Taburete Frosta de Ikea da para mucho.  Y su precio de 10 euretes también ayuda.
Pero hoy no vengo a hablarte de la infinidad de hacks que existen con este taburete.  Prefiero dejarte algunas ideas e inspiración, del mismo modo que hace algún tiempo lo hice con sillas tan icónicas como la Acapulco o la Wishbone.  Nuestro Frosta se lo merece.

Taburete Frosta de Ikea
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Otra de las cosas curisosas que suceden con el Frosta es que a pesar de ser resistente, apilable y tan cómodo como pueda serlo un taburete, lo vas a ver en más ocasiones realizando una función diferente que la de sentarse a la mesa. Imagen
Y es que sus líneas simples y redondeadas hacen de él una mesita de noche ideal.  Y lowcost.  Es por eso que lo encontrarás en multitud de fotografías de dormitorios nórdicos.
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Algo menos famoso que el Frosta-mesita de noche, lo es el Frosta-mesita auxiliar.  Mejor combinado con otras mesas para camuflar su tamaño, en realidad demasiado pequeño para una mesa de café?o no.
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Esta versión, la de mesita auxiliar aunque en mi caso en el dormitorio, es la que he elegido yo.  Así lo puedo utilizar cuando me hace falta una silla más en casa.

Pero no todo van a ser mesitas.  El taburete Frosta de Ikea luce también estupendo como silla de escri...