Si hace unos días os escribía sobre el color elegido por Dulux para el 2017, un precioso azul grisáceo, hoy os traigo lo que ya es un clásico, el seleccionado por la casa Pantone. La tonalidad se llama Greenery, una mezcla de verde y amarillo que pretende evocar los primeros días de la primavera, cuando la naturaleza revive. Simboliza los comienzos, un estado de ánimo, la actitud positiva ante las cosas y el cambio social que vivimos ante la proliferación de todo aquello que es natural.
Si os soy sincera me encanta lo que simboliza, no tanto el color, lo matizo. El tono es lo suficientemente potente como para tener cierto cuidado al utilizarlo, aconsejaría hacerlo con mesura. Si viene representado por vegetación, bienvenido sea y cuanto más mejor, pero si hablamos de utilizarlo en piezas importantes o incluso en paredes, quizás mejor pensárselo dos veces. Si os encanta mi recomendación es integrarlo mediante objetos más pequeños, cojines, jarrones, auxiliares,… Es más, os diría que me ha costado encontrar ambientes donde esta tonalidad sea protagonista (quitando como he dicho antes los que están representados mediante plantas). Sin embargo hay multitud de referencias en el mundo de las bodas e incluso en moda. ¿Será porque tanto lo uno como lo otro son cosas efímeras" quiero decir, que te casas un día y está bien añadir un toque de color con personalidad, pero es un día y ya está; o salir una noche y plantarte el vestido más verde de la...