Aunque el verano haya llegado a su fin y sea hora de volver a la vida real, el calor aún tardará en decir adiós. Aún es tiempo de darse un baño, de disfrutar del jardín de nuestras casas, de tumbarnos un rato al sol y de preparar esas cenas bajo la luz de la luna.
Conseguir que tu jardín sea un lugar cómodo, agradable, cálido y acogedor, es sencillo. Lo más importante es saber acondicionarlo con todo aquello que más te guste. Pérgolas, con las que le damos al jardín ese espacio de sombra que necesitamos. Un pequeño refugio dónde alejarnos un poco del sol en verano y de las pequeñas brisas que puede traer el frío. Puedes encontrarlas de madera, aluminio, o cualquier otro material. Decóralas a tu gusto.

Coloca un buen césped, que sea de fácil cuidado y que no se estropee con facilidad, sobre todo si los niños son los dueños del jardín. Decóralo con árboles frutales, plantas aromáticas o cactus. Recorre el camino hasta la entrada con baldas de madera o realiza el camino con piedras. Pero, una de las cosas más importantes que hay y que a veces olvidamos, es la comodidad a la hora de sentarnos a cenar, de tumbarnos, a leer, escuchar música, hablar con los invitados o, simplemente, dejar la mente en blanco y descansar. Los sofás de jardín son una de las piezas clave.

Las combinaciones son muchas y muy variadas. Date el gusto, mímate, y regálate un puff en el que poder tumbarte a leer el último libro que te has comprado. Además, la combinación...