Atrás quedaron las decoraciones clásicas y antiguas. Cada vez son más los arquitectos que recurren a la modernidad y la tecnología a la hora de decorar las nuevas viviendas. Casas en su mayoría robotizada con la finalidad de hacer la vida del propietario lo más cómoda y reconfortante posible.

Para la decoración de paredes y techos, el blanco es el rey. Un color que da profundidad y grandeza a la estancia. Atrás quedaron los colores chocolate para los comedores o los burdeos y magenta para las habitaciones. Con el blanco, se consigue ese toque de clase y distinción que todo arquitecto busca. Escaleras con formas irregulares, sin barandillas, suelos de parqué o lo que está más de moda en los últimos años, imitaciones al parqué, pues hoy en día son muchísimas las azulejeras que han sacado piezas de mármol o piezas de azulejos que su imitación al parqué es tan exacta que cuesta mucho identificarlos. Para la decoración en baños, además de apostar por las duchas en vez de bañeras, con esas placas de casi 2 metros a ras de suelo, en pizarra y de colores llamativos, también se apuesta por las piezas grandes de azulejos, de medidas 100×100, 50×100 entre otros muchos formatos.
Pero ya no sólo se le da importancia al interior de las viviendas, pues los exteriores se han hecho casi más importantes. Con jardines cuidados al milímetro, piscinas grandes y sin bordillos, a ras de suelo o celadores grandes y acogedores que te invitan a descansar. Y...