-Ir al quiosco de la esquina y ver apoyadas en un árbol un montón de maderas apiladas.

-Que las patitas no te den para querer volver a mirarlas de cerca,evaluarlas y llevarte las que te dan las manos,osea dos.

-Quedarse con las ganas de traer más y pedirle al marido que te acompañe,también apurando las patitas para que nadie te gane de mano.

-Volver a casa con 4 más.

-Alivio y felicidad.

Bueno una es así,se alegra por esas cosas...

 Después que las miré detenidamente vi que eran casi cuadrados(45 x 47 cm),con bordes de madera y frente y espalda enchapada también en madera. Creo que eran estantes de un placar.

Lo más parecido a un bastidor de los de lienzo.

Así que supe de una que iba a usar alguno para volver a pintar,materia que tengo pendiente hace tiempo y voy dejando de lado.
Un domingo encontré este bordado a medio hacer y me inspiré.
Saqué una de las tablas del galponcito,los pinceles y los acrílicos y me puse a pintar.

Ya tenía el diseño del bordado y como era un plan de pintar por pintar,lo que salga y sin presión alguna empecé transfiriendo ese diseño a la madera.

Después usé de molde un plato para encerrar el diseño y sin pensar mucho salió un mandala.
Y como muchos mandalas llevan plumas,me largué a esbozar a mano alzada.

Es genial pintar así,sin nada predeterminado,sin ninguna idea en la cabeza.

Jamás había pintado plumas,pero ni lo pensé e hice muchas rayitas..unas arriba de otras con diferentes colores,ta...