Hay puertas pintadas que son auténticas obras de arte, pero no solo por el color. Distintas formas, grandes ventanales, pomos y adornos de forja… unas puertas que todos querríamos tener en nuestras casas. Ahora bien, ¿puedes tenerlas" Lo habitual es que la puerta de entrada a tu casa sea más bien normalita, una puerta cuadrada más o menos adornada con molduras y cristales. A esta misma puerta que se parece a mil puertas más en tu misma ciudad puedes darle un toque especial con pintura del color que te guste, ¡te damos algunas sugerencias!

Puertas pintadas en amarillo

La primera opción para pintar tu puerta de entrada es es una de nuestras elecciones de color favoritas, el amarillo. El amarillo es un color que llama mucho la atención, pero que dará a tus puertas alegría y calidez como ningún otro. La combinación con los herrajes en negro hace que destaquen más y queda genial.
The Effortless Chic

Jana Donohe Designs

Puertas de entrada azules

¿El amarillo es demasiado brillante para ti" Puede que encajen más con tus gustos las puertas pintadas en azul, algo más discretas pero igualmente bonitas. El azul es un color asociado a las personas creativas que puedes ser modesto o suntuoso según el tono que elijas. Los azules claros son ideales para transmitir sencillez, mientras que los tonos marinos o más intensos encajarán muy bien en casas de aspecto tradicional más elegantes.

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